jueves, 29 de agosto de 2013

Grassroots, literalmente del inglés. «raíces del césped»

PRIMERA PARTE

Grassroots:

Literalmente del inglés «raíces del césped», entendible como «de raíz», «auténtico» o «con base social» es una forma de asociación, constituido por los miembros de una comunidad. Implica que la creación del movimiento y el apoyo del grupo es natural y espontáneo, destacando las diferencias con comunidades promovidas por las estructuras de poder. Si el movimiento, aunque tenga apariencia de natural o espontáneo fuera inducido y con falsa base, hablaríamos de su opuesto, el Astroturfing ("astroturf" es una firma de césped artificial).







¿Siempre te ha gustado el fútbol, pero nunca has jugado en el equipo de una organización? ¿Lo has practicado en el pasado y ahora te gustaría entrenar a los jóvenes? ¿O bien te apasiona el fútbol y te interesa saber cómo trabaja la FIFA con sus asociaciones, entrenadores, clubes y líderes juveniles de todo el mundo para promocionar el concepto FIFA Grassroots. Desde 2009, el programa FIFA Grassroots ha animado a todas las partes interesadas e integrantes del fútbol a otorgar prioridad máxima a la formación futbolística de niños con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años. En el último trienio, en 70 países diferentes, el equipo de Desarrollo de la FIFA ha instruido a los diferentes entrenadores en la organización y formación del fútbol base, con la ayuda del manual oficial FIFA Grassroots.
FIFA Grassroots forma parte de un programa general de Desarrollo del Fútbol de la FIFA. Se combina con otras actividades de formación, como cursos de entrenamiento de la FIFA e iniciativas de desarrollo del fútbol femenino, junto con el programa PERFORMANCE, el Programa de Asistencia Financiera (FAP) y los proyectos Goal; y apoya a las 208 asociaciones miembros de la FIFA en el desarrollo y la promoción el deporte rey en el mundo entero. Entre 2011 y 2014, la FIFA invertirá más de 800 millones de dólares en el desarrollo del fútbol.




La filosofía del fútbol base 

“Desarrollar el juego” es una de las tres misiones de la FIFA.
El principal objetivo del programa de fútbol base de la FIFA
es hacer descubrir el fútbol a la mayor cantidad de personas,
y la mejor forma de atraer nuevos jugadores es proporcionarles
acceso al fútbol en su propio entorno, sea cual sea
su edad, género, condición física, color de piel, religión u
origen étnico.

El fútbol base, el fútbol para todos

El programa de fútbol base de la FIFA engloba a niños y
niñas de 6 a 12 años y puede desarrollarse en un marco
escolar, comunitario o de club.
La idea principal del programa es reunir la mayor cantidad
de personas posible alrededor de un balón, fomentar el
intercambio y la puesta en común de los valores humanos y,
por supuesto, disfrutar practicando este maravilloso deporte.
Para algunos, el fútbol base es un conjunto de actividades
recreativas, para otros, representa la práctica del fútbol de
forma organizada, con entrenamientos y partidos en el
marco de la escuela o de un club.
Es evidente que no todos estos jóvenes jugadores serán
estrellas el día de mañana y que no todos tienen los atributos
para convertirse en profesionales. Por tanto, no se trata
de organizar sesiones de entrenamiento intensivo o imponer
nociones tácticas complejas, puesto que podría revelarse
como un factor disuasorio.

El juego es la mejor forma de aprender y, ante todo,
los jóvenes deben divertirse.




Las relaciones humanas, el espíritu de equipo y la diversión
son los elementos esenciales del fútbol base.
El concepto de aprender jugando con ayuda de un entrenador-
educador está diseñado específicamente para llegar a la
juventud y crear una dinámica hacia la que orientarse en el
futuro. El entrenador-educador debe ser dinámico, simple,
apasionado y motivador. Al mismo tiempo, debe respetar
siempre las características físicas, fisiológicas y psicológicas
de los niños.
Los niños no son pequeños adultos.

Para muchos niños de todo el mundo, el fútbol es la principal

distracción, la mejor herramienta de integración social y
un excelente medio de expresión.
El programa de fútbol base de la FIFA ofrece a todos la posibilidad
de jugar a fútbol, sin discriminación y con un mínimo
de infraestructuras.
Puede ayudar a completar las iniciativas de las confederaciones
y de las asociaciones miembro que ya cuenten con un
programa de este tipo.
El programa de fútbol base de la FIFA se lleva a cabo en
estrecha colaboración con las Asociaciones Miembro e
implica a todos aquellos organismos que se ocupan de la
educación (gobiernos, organizaciones no gubernamentales,
comunidades, escuelas, etc.).

El fútbol base, el fútbol en todas partes, para todos y por todos.




El entrenador-educador
de fútbol

“La juventud prefiere ser estimulada que
enseñada”. Johann Wolfgang von Goethe



El niño es el centro de interés del entrenador-educador,

cuya misión principal  es garantizar su desarrollo

en diferentes ámbitos: deportivo, social, psicológico y
educativo.
El educador de fútbol es la persona que conoce, que sabe...
Es cierto que no lo conoce todo, incluso dentro de su área,
pero debe saber perfectamente lo que quiere transmitir.
Las victorias y las derrotas no significan nada comparado
con lo que el fútbol puede transmitir en cuanto a valores
humanos y sociales, que ayudarán a la formación del futuro
ciudadano, así como a su inserción en la sociedad.
El fútbol puede ser una herramienta maravillosa para transmitir
valores como el respeto, la solidaridad, la ayuda mutua,
el compartir, etc.
Gusto por transmitir, gusto por compartir, gusto por
dar, gusto por ocuparse de los demás. Esa es la misión
del educador de fútbol: una vocación.

La misión educativa del educador de fútbol es crucial: transmitir
“conocimientos” y “valores”. Para eso, es necesario
conocer al niño, sus características, tener en cuenta su edad,
sus capacidades. En una palabra, practicar una pedagogía
del apoyo y del éxito.
El juego constituye la principal actividad del niño. Jugar
representa una necesidad esencial, vital e innata en todos
los niños. Por tanto, el despertar y la iniciación del jugador
o jugadora de fútbol mediante el juego son los principales
objetivos del fútbol base.
El fútbol con pocos jugadores, en espacios reducidos,
responde a estas dos preocupaciones. Sobre espacios
reducidos, mejor adaptados a sus capacidades fisiológicas,
el aprendiz de futbolista tocará el balón más a menudo y, de
esta forma, aprenderá a dominarlo y controlarlo mejor.
Aprendizaje a través del juego, esa es la misión confi
ada a los educadores de fútbol. Jugando, el niño aprende
mientras disfruta. Por tanto, el juego supone un medio
extraordinario de desarrollo psicomotor, que permite al niño
superar sus temores, liberarse, tomar iniciativas, asumir
riesgos e inventar.
Simplemente, la felicidad de jugar juntos a fútbol y compartir

este momento.



“La naturaleza dicta que los niños deben ser niños
antes de convertirse en adultos. Si intentamos
modificar este orden natural, alcanzaremos la edad
adulta de forma prematura pero sin la sustancia y
la fuerza”
Jean-Jacques Rousseau



Perfil del entrenador-educador de fútbol
El entrenador-educador, en su papel de formador, tiene por
vocación el despertar y la iniciación al fútbol para todos los
chicos o chicas que deseen descubrir las maravillas de este
deporte.
Para alcanzar los objetivos que impone este rol de formador,
el entrenador- educador de fútbol, en su “escuela de fútbol”,
tendrá por misión:
– Acoger sin espíritu selectivo a todos los jóvenes jugadores
y jugadoras a partir de 6 años de edad.
– Transmitir desde la más temprana edad una educación
deportiva sobre la base del respeto y el juego limpio.
– Desarrollar una mentalidad basada en el placer de jugar y
la voluntad de progresar.
Sin ser un gran experto, el educador de fútbol debe poseer
unos determinados conocimientos básicos:
Conocimiento del niño
– Aspectos generales del desarrollo en las diferentes
edades
– La relación, el comportamiento, la comunicación y el
lenguaje
Capacidades pedagógicas de enseñanza y
organización
– Los métodos de aprendizaje
– La organización de una sesión de fútbol
– La organización de un torneo
– La organización de un festival
Conocimientos básicos del fútbol
– Los juegos reducidos
– Los juegos de entrenamiento
– El aprendizaje de los gestos técnicos



Códigos de conducta

El educador de fútbol ejerce una gran influencia sobre los
jugadores y jugadoras implicados en el fútbol base. Debido
a que los educadores de fútbol pasan mucho tiempo con los
niños, su propia conducta y comportamiento determinará,
invariablemente, las actitudes y la conducta de los propios
niños. Por tanto, debe ser un ejemplo para todos los participantes,
siempre de forma positiva, tanto en su aspecto físico
como en sus relaciones sociales y emocionales.
No puede ni debe ser percibido únicamente como organizador
o técnico de fútbol, sino también como guía, educador y
ejemplo a seguir.

Los cinco fundamentos de una práctica exitosa del
fútbol

La escuela de fútbol es un espacio de acogida donde los
niños se sienten bien y experimentan el sentimiento de su
propio valor.
1. El sentimiento de estar seguros.
Proteger a los niños de daños físicos y emocionales. Un niño
que no se siente seguro experimentará dificultades para
sentirse bien y divertirse con el juego.
2. El sentimiento de ser bienvenido.
Sentirse bienvenido sea cual sea su edad, su género, su nivel
técnico, su físico, su cultura o su idioma. El fútbol es un
medio en el que las discriminaciones de cualquier tipo no
deben existir.
3. El sentimiento de ser “buen jugador”.
El niño debe sentirse competente. Por tanto, hay que animarle
constantemente destacando lo bueno por encima de
lo malo.
4. El sentimiento de pertenencia a un grupo.
Formar parte de un grupo y tener la sensación de ser aceptado
por el equipo son elementos fundamentales para los
niños.
5. El sentimiento de ser importante.
Los niños necesitan ser reconocidos por su éxito. Por tanto,
hay que animarles a ser creativos y expresivos.
– Disfrutar




Código de los niños

– Jugar para divertirse y no simplemente para contentar a
los padres o a los profesores.
– Divertirse, progresar y realizarse gracias al fútbol.
– Descubrir, aprender y respetar las reglas de juego y las
reglas de vida en grupo.
– Integrarse en el grupo y ser un auténtico compañero
– Respetar a los adversarios.
– Aceptar las decisiones de los árbitros o de los educadores.
– Mantener el juego limpio en cualquier circunstancia.

Código de los padres

– Recordar que los niños juegan a fútbol para divertirse, no
para que lo hagan los padres.
– Animar antes que forzar u obligar.
– Animar a los niños a jugar siempre según las reglas del
juego.
– Nunca reprender a un niño por haber cometido un error
técnico o haber perdido un partido.
– Recordar que los niños aprenden mediante el ejemplo.
– Animar a los dos equipos.
– Felicitar a los dos equipos independientemente del resultado
del partido.
– Ayudar a eliminar cualquier violencia física o verbal del
fútbol.
– Respetar las decisiones de los educadores y de los árbitros,
así como enseñar a los niños a hacer lo mismo.
– Apoyar, animar y ayudar a los voluntarios, a los educadores,
a los organizadores y a los árbitros en su trabajo. Sin
ellos, los niños no podrían jugar a fútbol.
– Mantener el juego limpio en cualquier circunstancia.

Código de los árbitros

– Comprender que arbitrar a niños y arbitrar a adultos son
dos cosas diferentes.
– Proteger a los participantes.
– Centrarse en el espíritu del juego más que en los errores.
– No intervenir de forma excesiva en el juego.
– Dejar jugar.
– Explicar las razones de las infracciones de las reglas del
juego cometidas por los niños.
– No dudar en darle la oportunidad a un participante de que
vuelva a poner el balón en juego, explicándole su error.
– No tolerar un lenguaje inapropiado.
– Mantenerse constante, objetivo y educado, señalando las
infracciones de las reglas del juego.
– Arbitrar de forma pedagógica, explicando todas las
sanciones.
– Conservar una actitud positiva y sonriente.
– Mantener el juego limpio en cualquier circunstancia.
– Los jugadores se darán la mano antes y después de cada
partido.





Seguridad y prevención – Las diez funciones
importantes del entrenador-educador de fútbol

1. Generar un entorno seguro
Las instalaciones deportivas y los equipamientos deben
ser seguros para los niños y el resto de participantes. Las
condiciones atmosféricas desfavorables también deben
tenerse en cuenta durante todas las actividades del fútbol base.

2. Equipamiento deportivo seguro y apropiado

Los códigos y las normas existentes para los equipamientos
deben respetarse y todo el material debe mantenerse en
buen estado y corresponder completamente a la categoría
en cuestión (balones nº4, por ejemplo).

3. Actividades planificadas
Los lesiones pueden ser resultado de sesiones de fútbol mal
planificadas. Las habilidades técnicas que revisten algún
tipo de riesgo (juego de cabeza o técnicas defensivas,
por ejemplo) se deberán enseñar de forma progresiva
obligatoriamente.

4. Seguimiento de los niños en caso de lesión o de
incapacidad temporal
Los participantes que sufran lesiones o una incapacidad
temporal deben quedar exentos de los ejercicios
potencialmente peligrosos para ellos.

5. Jugar en su categoría de edad
En una primera etapa, e incluso en el caso de jóvenes
talentos, es necesario distribuir a los participantes en
grupos de nivel, no sólo según la edad, sino también en
función de la estatura, el peso o incluso la madurez. La
experiencia y el nivel de competencia también deberían
considerarse.

6. Informar a los participantes y a los padres de los
riesgos propios del deporte
Los participantes (o sus padres/tutores) sólo pueden aceptar
legalmente los riesgos inherentes al fútbol si los conocen,
comprenden y aceptan.

7. Actividades estrechamente vigiladas
Se requiere una vigilancia apropiada para asegurarse de que
el entorno de práctica es el más seguro posible.

8. Conocimiento de primeros auxilios
Los educadores de fútbol deben conocer los procedimientos
básicos relativos a los primeros auxilios y mantenerlos al día.
Durante las actividades organizadas, deben asegurarse de
que la asistencia médica adecuada se encuentra disponible y
de que no se haga nada que pudiera agravar una lesión.

9. Dictar reglas claras para las actividades y su
desarrollo
Deben redactarse por escrito y distribuirse reglas claras antes
de cualquier actividad, relativas a su desarrollo y la conducta
que se debe mostrar.



10. Conocer la información básica sobre la salud de los
participantes
Los educadores de fútbol deben conocer la información
básica relativa a la salud de los participantes y los riesgos
incurridos, con el objetivo de tomar las mejores decisiones
en caso de que se produzca un contratiempo durante una sesion de fútbol.
La protección de los niños es la misión esencial del educador
de fútbol, no solamente ante los participantes sino también
ante los padres. Teniendo en cuenta la gran cantidad de
niños y niñas que participan en las actividades de fútbol, su
protección constituye una prioridad. Nadie puede quedarse
sin vigilancia. Ejecutados correctamente, los procedimientos
de protección de los participantes les permitirán divertirse
con la práctica del fútbol.


Características del niño y enfoque pedagógico                                
Al crecer, los niños atraviesan diferentes etapas. No tienen
las mismas necesidades, ni los mismos comportamientos
y su crecimiento tampoco es siempre idéntico. Por eso
es importante conocer las características específicas y las
prioridades de cada una de las etapas de la infancia o de la
adolescencia, centrándose en los aspectos físicos, fisiológicos
y psicológicos.
El entrenador-educador debe tener muy presente que el
joven no es un pequeño adulto y, para disfrutar del mejor
enfoque posible, debe tomar en consideración estas etapas
del crecimiento y el desarrollo.
Es responsabilidad del entrenador-educador conocer perfectamente
estos puntos cruciales y ponerlos en práctica en
cada caso en particular.
Es importante tener en cuenta el desarrollo físico de cada
joven y, por tanto, distinguir correctamente la edad cronológica de la edad física.
     
La escuela del fútbol es también la escuela de la vida.

Además, algunos niños empiezan a jugar al fútbol a partir
de los 6-8 años, a diferencia de la mayoría de los jóvenes.
Por consiguiente, es importante que el entrenador-educador
respete el nivel del niño y muestre un enfoque positivo para
favorecer el aprendizaje.
El entrenador-educador debe orientar a niños que juegan al fútbol y no entrenar a futbolistas.